Dany López: “En nuestro país falta mucho para que se respeten los derechos de las personas sordociegas”
5 de junio de 2022
Dany López es una persona con sordoceguera usuario de la lengua de señas nativo. Es sordo de nacimiento y tiene resto visual. Además, es representante de la Asociación Sordociegos Unidos del Perú (ASCUP) y artista de profesión.
Dany, junto con otras organizaciones, buscan informar a la población que la sordoceguera es una discapacidad única (no la suma de sordera y ceguera), que hay personas sordociegas que pueden tener restos visuales y/o auditivos y que tienen diferentes formas de comunicación (lengua de señas táctil, escritura, etc.)
Hoy, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de las Personas Sordociegas, conversamos con él para conocer qué barreras afronta su comunidad en nuestro país.
¿Qué barreras han enfrentado las personas sordociegas durante la pandemia?
Muchas personas sordociegas utilizamos la lengua de señas de manera táctil porque hay personas de nuestra comunidad que no ven o tienen baja visión, entonces tenemos que tocarnos para comunicarnos.
Cuando vino el Covid fue muy complicado para nosotros porque había que guardar distanciamiento. Incluso los miembros de mi organización tratábamos de reunirnos siempre, pero llegó la pandemia y se suspendieron todas nuestras actividades.
Luego vinieron otras medidas como el uso de la mascarilla y protectores de plástico en muchos lugares. Los chicos con resto visual no podían leer los labios, todo eso impedía que tomáramos contacto con la gente y hacía que nos aisláramos.
¿Y qué otras trabas enfrenta tu comunidad?
Para los que somos usuarios de lengua de señas, hemos tenido algunos inconvenientes con la comunidad sorda porque ellos señan muy rápido y para quienes tenemos un poco de resto visual, como yo, nos es difícil seguirles, necesitamos que señen más despacio.
Con los intérpretes también hemos pedido que haya contraste con la ropa que van a usar. Nosotros necesitamos que usen ropa oscura para que haya contraste con las manos, pero a veces se ponen ropa de cualquier color y no logramos ver bien.
En el ámbito educativo, no nos dan adaptaciones. Los estudiantes sordociegos con resto visual no pueden ver la pizarra porque no tiene contraste, no hay intérprete de lengua de señas, y cuando vamos a hablar sobre todas estas deficiencias nos dicen que no hay presupuesto para proporcionar medidas de accesibilidad.
Inclusive la otra vez fui a una Oficina Municipal de Atención a la Persona con Discapacidad (OMAPED) donde brindaban unos talleres de repostería, y me di con la sorpresa de que el lugar tenía unas repisas que estaban en un lugar muy peligroso, los estudiantes se podían chocar con ellas. Hice todo un trámite y las retiraron, pero me quedé impactado por la falta de accesibilidad incluso en un lugar al que iban personas con discapacidad.
En el trabajo, la mayoría de empresas no conocen la sordoceguera. Nosotros hemos comentado que las personas con síndrome de Usher (una condición que produce la pérdida auditiva y de visión) tienen problemas para trabajar de noche porque tienen ceguera nocturna y que sería mejor que trabajen de día o tarde, pero no brindan esas adecuaciones o incluso si no los consideran funcionales simplemente los retiran del puesto.
Lamentablemente, también hay muchas personas con discapacidad que no logran terminar la escuela, entonces acceder a un empleo para ellos es difícil. Por eso yo siempre les aconsejo a los jóvenes sordociegos que estudien.
Yo soy egresado de Bellas Artes, y aunque en mi época tuve muchos obstáculos para estudiar y hasta quise tirar la toalla, logré terminar y mis estudios me ayudaron a obtener algunos empleos.
¿Con qué prejuicios se suele topar la comunidad de personas sordociegas?
Lo primero es que no conocen de nuestra condición, entonces nos dicen o bien sordos o bien ciegos. Hasta piensan que mentimos, como algunos de nosotros tenemos resto visual o auditivo creen que les estamos engañando
En mi organización muchos tenemos el síndrome de Usher y tenemos fotofobia o sensibilidad a la luz. Por eso en ocasiones tenemos el ceño fruncido y la gente cree que somos agresivos o que estamos molestos.
Además, la sociedad aún cree que somos dependientes. El otro día quise ir a hacer un trámite a la notaría y me pidieron un testigo, no querían aceptar mi firma, y luego me pidieron que traiga un intérprete, pero que lo tenía que pagar yo.
Les dije que las personas con discapacidad somos totalmente capaces y que era mi derecho que me proporcionen accesibilidad en su institución, pero hicieron caso omiso.
Yo he aprendido que el Estado debe darnos todos los apoyos necesarios, pero en Perú todavía no pasa. Incluso hay quienes piensan que la labor de los intérpretes debe ser voluntaria y así no es, es un trabajo para ellos.
¿Cómo ser un aliado/a de las personas sordociegas?
Dándonos los ajustes razonables que necesitemos. Por ejemplo, yo viajé un día en el tren para visitar a un amigo, y cuando los vigilantes me vieron con el bastón se acercaron a mí: les expliqué con un papel que era una persona sordociega y que no les podía oír y me ayudaron durante todo el recorrido, eso me hizo poner muy contento.
Yo siempre cargo con un papel y plumones para comunicarme con las personas. Les digo que me escriban en letra grande y hay quienes lo hacen, entonces de esa manera nos apoyan, facilitándonos las cosas en nuestra vida cotidiana.
¿Por qué es importante conmemorar el Día Internacional de las Personas Sordociegas?
Esta fecha se conmemora en homenaje a Hellen Keller, una activista sordociega muy famosa que tuvo estudios superiores y que viajó por todo el mundo para dar a conocer esta discapacidad.
Es importante porque celebramos nuestra identidad y porque podemos difundir las necesidades y las barreras que afronta nuestra comunidad, ya que en nuestro país falta mucho para que se respeten los derechos de las personas sordociegas.