Abigail Terán: “las personas con discapacidad y diversidad sexual debemos luchar por nuestros espacios para que sepan que estamos presentes”

Abigail Terán es una joven filósofa con discapacidad visual. Es, además, indígena, activista por los derechos humanos y, para asombro de muchos, se reconoce abiertamente como una mujer bisexual.

Hoy, en el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, conversamos con ella para conocer los prejuicios que enfrentan las personas con discapacidad que se enuncian como parte de la diversidad sexual.

¿Cuáles son los estereotipos con los que más te chocas cuando dices abiertamente que eres bisexual y que eres una persona ciega?

Cada vez que yo digo eso la gente me dice que estoy jugando o que les parece divertido. Para ellos tener discapacidad y ser parte de la comunidad LGBT no es posible.

En el caso de la comunidad LGBT, les es difícil pensar que alguien de su comunidad también pueda ser una persona con discapacidad, sobre todo visual. Primero, porque casi no nos ven, las personas con diversidad funcional y diversidad sexual no somos muy visibles. Segundo, porque creen que como no vemos lo físico, no nos podemos enamorar.

Hay mucho capacitismo en la comunidad. Una vez fui al MHOL (Movimiento Homosexual de Lima), toqué el timbre y alguien me dijo: “Disculpa, te has equivocado de lugar, este es el MHOL”, y yo le dije: “Ya sé”, Y esta persona me contestó: “¿Pero ¿cómo vas a entrar ahí?”, y yo le dije que obviamente iba a entrar por la puerta. Entonces, es esa sensación de que para los demás yo no debería estar allí.

También en la comunidad está este estereotipo de que tienes que cumplir con un estándar de cuerpo “normativo”. Se ve hasta en películas. Por ejemplo, en el cine lésbico solo conozco una película sobre mujeres con discapacidad, y para mí eso es absurdo.

Por otro lado, en la comunidad de personas con discapacidad visual hay mucho machismo. Les molesta que diga una cosa así, sobre todo en regiones. Hasta me han declarado su enemistad.

Existe la creencia de que las personas con discapacidad no tienen sexualidad, ¿sientes que este estereotipo te impacta de manera particular?

Sí, es gracioso porque para las chicas soy muy asexual. Recuerdo que hace un tiempo una chica que se interesó por mí me dijo: “Estoy preocupada, porque cuando te veo tengo unos pensamientos que tú no podrías entender porque no tienes esa capacidad”, y fue muy raro, yo me estaba riendo por dentro.

Está el otro lado también, porque cuando digo que soy bisexual, a los hombres les parece bien bizarro. Quieren que les cuente mi vida personal porque tienen esa sensación de que estoy en el extremo de lo extraño y exótico, eso molesta. Hay estereotipos muy fuertes que por ser diversa manejas y tú quieres decir “ya, córtenla con eso”.

En redes sociales hay mucha gente que, cuando alguien usa lenguaje inclusivo y reemplaza las letras “A” y “O” por la “E” repiten constantemente que la real inclusión es el braille o la lengua de señas, ¡qué opinas sobre eso?

Ni la lengua de señas ni el braille son cosas inclusivas. Son signos identitarios de un colectivo, son parte de la cultura de una comunidad. Cuando dices “todes”, estás incluyendo a un grupo social dentro del universo compartido. Sin embargo, cuando tú aprendes braille te estás incluyendo en el universo propio de una cultura, no es que el braille sea inclusivo contigo.

Todo eso lo dice mucha gente que ignora o no se ha puesto a pensar seriamente en el tema, otros porque odian a la comunidad LGBT, y también muchos son personas capacitistas, porque creen que es fácil aprender los hitos culturales de un grupo y solo los usan para sus propios fines.

Todavía las personas creen que la comunidad con discapacidad está para un lado y la comunidad LGBT por otro.

Es curioso porque parece que viviéramos en una especie de “cuartos” donde la identidad es algo cerrado y determinante, y es difícil que haya una puerta que gire. Parece que estuviéramos partidos.

Y no es que puedas elegir tu rasgo fundacional de identidad, te lo impone la gente. Como mi discapacidad es visible, se ha convertido en mi identidad misma, y a mí no me molesta, pero hay gente a la que sí, porque te dicen “eres una persona con discapacidad”, entonces no puedes ser nada más.

Y realmente no es así, yo me voy moviendo por esos “cuartos”, soy filósofa, indígena, feminista y vegetariana.

¿Qué mensaje te parece importante decir en este día del orgullo 2022?

Es tiempo de la liberación de las identidades que están en intersección. Lo tenemos que hacer nosotros como personas con diversidad funcional que tenemos diversidad sexual y relacional. Debemos luchar por nuestros espacios, apropiarnos de la calle, de las marchas, del arcoíris, para que sepan que estamos presentes.

No podemos esperar que la comunidad LGTB o con discapacidad se abra a nosotros. Vamos a tener que hacer el camino juntos, juntas y juntes. Es una lucha que tenemos que sostener porque un espacio más tranquilo y feliz va a llegar para los que vengan después, ellos ya van a poder disfrutar todo lo que vamos a conseguir.

Para mí este día es de celebración, así como lo es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Día de las Lenguas Originarias, el Día del Bastón Blanco, porque es parte de lo que soy y no puedo estar constituida de otra manera. Es especial sentir que todo eso configura mi vida. Además, puedo celebrar muchas cosas, tengo suerte.