top of page
Charlando sobre el café

Giovanna Osorio: “No es lo mismo ser una mujer afrodescendiente que una mujer afrodescendiente con discapacidad”

7 de julio de 2022

iovanna Osorio es psicóloga de profesión, presidenta y cofundadora de la asociación psico inclusiva Kipu Llaxta. Su objetivo es promover el desarrollo y la inclusión de las personas con discapacidad en los diferentes ámbitos de la sociedad. Es una mujer con discapacidad física que, además, se reconoce como parte de la comunidad afroperuana.


En el marco del Día Nacional de la Mujer Afroperuana, conversamos con ella para conocer qué barreras enfrentan las mujeres con discapacidad afrodescendientes en el país.

 

¿Cómo se ha manifestado la discriminación en tu vida cotidiana?

Aún existe mucha discriminación manifiesta y sutil hacia las mujeres, más todavía si eres una mujer con discapacidad y más incluso si eres una mujer afroperuana en situación de discapacidad.

Recuerdo que cuando era niña mi cabello era muy voluminoso y siempre me decían que me lo amarre porque para la gente se veía desordenado y yo al principio también lo consideraba así. Hasta que en una ocasión dije: “¡pero a mí me gusta!”, entonces comencé a soltarlo y a defenderlo.

De pequeña también me daba cuenta que en mi familia muchas niñas desarrollamos el cuerpo a temprana edad, nuestro cuerpo era más voluminoso comparado con el de otras compañeras, y eso hacía que mientras nosotras jugábamos, nos miraran de manera distinta. Obviamente, eso es incómodo y violento para una niña 

 

Lamentablemente, existe una hipersexualización de las mujeres afrodescendientes, pero en el caso de las mujeres con discapacidad se les suele considerar como asexuales, ¿sientes que estos estereotipos te impactan de una manera particular?


Hay de todo. Están las personas que infantilizan y que sexualizan, y las dos formas son malas porque nos están etiquetando.


Por ejemplo, yo siempre he tenido los labios gruesos, desde niña. Recuerdo que la gente siempre tenía que comentar acerca de eso. Y una vez alguien me dijo: “esos labios… ¿qué no harán esos labios?”. Yo no entendía lo que me decían, creía que se estaban refiriendo a que decía malas palabras. 


Incluso había gente que me ponía apodos también, y yo por todo eso siempre me hacía la pregunta: “¿serán feos mis labios?”, ahora de adulta estoy contenta con ellos, pero que una niña se enfrente a esas cosas me parece violento.

 

¿Cómo percibes el capacitismo y el racismo? 

El racismo lo veo claro. Mi esposo es blanco, y a mí me han dicho en tono de broma (pero las bromas reflejan las creencias de la gente) “¡estás mejorando la raza!”, y yo me quedaba muy sorprendida, porque lo decían como si fuésemos caballos.


El racismo en el Perú está tan normalizado que nos cuesta mucho detectarlo. Incluso consideramos que nuestro país es racista, pero no somos conscientes de que tenemos actitudes racistas sutiles que forman parte de nuestro cotidiano.


Y cuando lo visibilizamos dicen que fue un error, ignorancia, desconocimiento, o que son bromas nada más, pero nadie dice que esto afecta la autoestima de las personas.


Por ejemplo, hace un tiempo me enteré de que unos conocidos querían hacer un concurso de belleza para mujeres con discapacidad. A mí no me gustaba la idea, porque me parecía excluyente que haya un concurso para mujeres sin discapacidad y otro para las que tenían discapacidad.


Y mientras lo planificaban decían que las mujeres debían usar sillas de ruedas o muletas, pero no podían ser personas de piel oscura o con rasgos indígenas y mucho menos podía haber mujeres con discapacidad cognitiva. Usaban otras palabras, y lo decían medio en broma, pero tú sabes detectar cuando las bromas tienen un poco de verdad.

 

¿Crees que hay un impacto específico en el acceso al empleo si eres una mujer con discapacidad afroperuana?

Sí, porque la mayoría de trabajos aún consideran importante lo que ellos llaman “la imagen”, entonces si eres una mujer con discapacidad, muy probablemente crean que tu diversidad no encaje en ese concepto de “buena imagen” para la compañía.


Y si eres afrodescendiente, peor. Hace poco no más era común ver anuncios en los que pedían secretarias, recepcionistas o vendedoras con ciertas características físicas, de “buena presencia”, tez clara y cabello claro. Ahí tú sabías que no podías postular.


Eso ya no se hace de manera explícita, pero aún hay personas de recursos humanos que lo toman en cuenta y yo lo sé porque soy psicóloga y he conversado con colegas que me lo han comentado.

 

¿Por qué es importante hablar de la realidad que afrontan las mujeres afroperuanas con discapacidad?

Es vital visibilizar la diversidad. No es lo mismo ser una mujer afrodescendiente que una mujer afrodescendiente con discapacidad. Para esta última las barreras son mayores, principalmente, las barreras actitudinales, es decir, los prejuicios y la discriminación.


Sobre todo porque cuando se habla de población con discapacidad se piensa de manera muy genérica, la identidad de mujer queda invisible, y más todavía tu identidad étnica. Eso se nota claro cuando nos brindan programas sociales. Se habla de personas con discapacidad en general y no se ajustan a nuestra diversidad.


A mí me rompe la cabeza pensar que aún somos una sociedad discriminatoria, sabiendo todo el daño que eso hace a las personas y que las expone a situaciones de riesgo. Siempre olvidamos que todas las personas tienen derechos y que estos no deberían ser un privilegio, pero lamentablemente lo son.

bottom of page